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jueves, 16 de mayo de 2013

Capítulo 9

- ¿Qué haces aquí? No sé si lo sabías pero este es el cuarto de baño de las chicas.- Le dije como pude, estaba ocupada intentando hablar sin que mi voz titubeara.
- ¿ Por qué no dices nada? Habla.- Estaba empezándome a sacar de quicio, que mierda iba a hacer.
- Contéstame o grito, parece...- No me dio tiempo a acabar la frase. Me besó y me estaba empujando dentro de uno de los baños. Allí cerró la puerta y me empujó contra la pared- no podía pensar solo actuar-. Empezó besándome y poco a poco me iba manoseando. Metió su mano por debajo de mi falda tocando mi santuario por encima de las bragas. Yo me estaba poniendo muy pero que muy caliente y no podía quedarme quieta. Empecé a acariciarle el torso poco a poco hasta llegar a sus vaqueros, le desabroché los botones como pude, ya que mis manos estaban temblorosas. Con torpeza le agaché los pantalones. Él con un leve tirón me arrancó las bragas- normal, no eran de las buenas- y empezó ha estimular mi clítoris. Daba círculos con los dedos y eso me producía mucho placer. Yo podía observar como su erección se hacía mayor por momentos y no pude resistirme. Le agaché los calzoncillos y empecé a chuparle el pene. Tenía un leve defecto, no estaba depilado pero no me molestaba. Empecé chupando poco a poco la punta, como acariciándola y a medida que se iba engrandeciendo me la iba metiendo cada vez más, pero llegó a un punto que no pude más. Incluso me producía arcadas. Con un dulce gesto me dijo que me levantara. Le hice caso y él me empujó contra la pared haciendome elevar las piernas hacia su cintura. Cuando me di cuenta, ya tenía su pene dentro de mí. Los golpes eran duros, pero no iba muy rápido y yo quería más. Me lo acerqué más de lo que ya estábamos hasta estar nuestros cuerpos pegados y empecé a mover mis caderas en busca de más placer. Al parecer él captó la indirecta ya que empezó a ir más rápido. Eso me hizo arquear la espalda y soltar unos leves gemidos de placer. Él también estaba gimiendo. Ya no podía más, estaba apunto de irme y sus penetraciones no cesaban. Eran contables 1..2...3,1..2...3... ya estaba apunto y por fin llegué al climax. Se lo demostré gritando su nombre como pude en medio de gemidos- solo esperaba que no hubiera nadie escuchando-. Él siguió una vez más hasta llegar también al climax. Nos quedamos un par de segundos apegados contra la pared. Levanté levemente la mirada hacía él y pude ver sus ojos azules clavados en mí. Me intimidaba mucho.
- Una cosa, espero que esto no se lo cuentes a nadie.- Le dije un poco avergonzada por tener que pedirle eso, pero no me fiaba de que se lo contara a alguno de sus amigos.
- No tranquila, pero si que podríamos repetir alguna otra vez. Si no te hubiera visto hoy y no me hubieras sonreído, esto no hubiera pasado. 
- Mea culpa.- Le dije riéndome.
- Sal tu primero si quieres, para que no nos vean salir juntos, ya que no te apetece que nos vean juntos.- Me contestó. Su tono me distrajo un poco, estaba diciendo que yo me avergonzaba de él o estaba bromeando por lo que le había dicho antes, no lo sabía pero no podía dudar ahora.
- Gracias.
- Llámame si quieres repetir.
- Lo haré.- Fueron nuestras últimas palabras. Salí de allí y fui a buscar a mi amiga, la había dejado un rato sola y no sabía si estaba preocupada por mí.
- ¿Cómo es que has tardado tanto?
- Es una larga historia ya te la contaré.
La fiesta ya estaba más animada que al principio y nos fuimos a bailar. Pero había algo dentro de mí que no dejaba de dar vueltas y me estaba matando. Me sentía culpable de lo que había hecho, no por el echo de haber follado en unos baños públicos con Álvaro sino, porque sentía que estaba traicionando a Pablo. Le tenía que contar lo ocurrido cuanto antes mejor. 

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