Cuando
me levanté la mañana siguiente vi que había aceptado mi petición
de amistad y que estaba conectado. ¡¡Que ilusión!!.La niña
pequeña que llevaba dentro saltaba de alegría y no sabía por que,
total era solo una petición de amistad aceptada. Pero no iba a
decirle nada, si quería algo que me lo dijera él, ya que no tenía
nada en contra de que las mujeres fuéramos las que diéramos el
primer paso, pero no quería parecer una necesitada. Porque si algo
había aprendido era que a los hombres no hay que darles nada en
bandeja, porque sino se cansan muy rápido de lo que tienen y van a
buscar algo más complicado.
Me
quede flipando, me habló. Le di las gracias a Dios por haberme
escuchado.
-
Hola! :)
-Hola
-
¿Cómo estás?
-
¿Bien y tú?
-
Bien. ¿Esta tarde vas a la playa?
-
Sí, he quedado con Carolina. ¿Por?
-
Porque no le dices que no puedes quedar, es que quiero quedar
contigo -Solo en decir eso, ya lo sabía todo, este quería tema
conmigo. ¿Estaba preparada yo ahora?Si era lo que tanto quería por
qué me daba miedo decirle que sí. Recorrieron dentro de mí un
montón de dudas, no sabía que hacer.
-
No puedo dejarla plantada-dije yo dudando
-
Va.. mujer que me voy este domingo.
-
En serio.. Uff no sé.. a ver, plantada no la puedo dejar pero puedo
buscar una solución. Vale quedamos ¿A qué hora?- No sabía por
qué, pero siempre me pasaba lo mismo, terminaba diciendo que si que
quería hacer algo con ellos. A veces, me preguntaba si yo era la
clase de chica que odiaba, una guarra. Porque si me ponía a pensar,
perdí la virginidad a los 15 años y quedaba para follar con un
chico, con el que solo había hablado una vez. Me daba miedo a mi
misma.
-¿Qué
solución? ¿A qué hora llega el bús?
-Le
voy a pedir a una amiga que se venga conmigo y que se quede con
Carolina aunque no se llevan muy bien pero son buenas amigas y lo
harán por mi. A las 17:15
-
Pues te esperaré en la parada. Adiós y ya tengo ganas de que
vengas.
No
sabía si lo que hacía era correcto pero me daba igual. Era ahora o
nunca. Tampoco lo volvería a ver si no hacia nada, así que tenía
que ir si o si, pero antes tenía que llamar a mi amiga
-
Marta!
-
Hola, ¿que pasa?
-
Nada, ¿por qué tenía que pasar algo?
-Por
nada, por nada
-¿Te
vienes a la playa hoy? Es que necesito que te quedes un rato con
Carolina mientras yo hago una cosa. Te lo contaré más tarde. Te veo
en la parada
-Per...
- Le corté antes de que dijera que no, no podía arriesgarme. Ahora
solo quedaba esperar y rezar para que nada saliera mal.
Cuando
fui a buscarla a su casa, para coger el bus, me miró con una cara,
que decía claramente:
-¿
Ahora que has hecho? Sin dejar que me preguntara nada, me adelanté y
le respondí:
-
Nada, solo he quedado con un chico y quiero que te quedes un rato con
Carolina, ya te lo he dicho por teléfono.
-
¿Estás segura de lo que vas a hacer?
-
No, pero ya es hora de disfrutar.
-
Ten cuidado vale.
Hicimos
el trayecto en silencio, yo estaba de los nervios y lo último que
quería era que alguien me hablara y me dijera lo que tenía o no
tenía que hacer. Me puse a pensar un par de veces en los pros y en
los contras de la situación y todo me decía que sí, que tenía que
echarle agallas, así que respiré hondo y me preparé. Mi parada ya
había llegado.
Cuando
llegamos, desde la ventana del autobús pude verlo esperándome. Iba
super mono con un bañador de calvin klein al más estilo surfero y
una camiseta de manga corta, con un color no muy llamativo. Me
encantaba. Me despedí de Marta y ella muy tonta como siempre no se
le ocurrió decir otra cosa como que:
-No
le deis mucho al merengue.
Como
había podido decir eso, al menos Pablo no se lo tomó muy mal ya que
se puso a reír. Ya estábamos solos y el corazón me iba a cien.
Tenía aún un sin fin de cuestiones pero no le di importancia.
-
¿A dónde vamos?-Le pregunté, ya que no tenía ni idea de a donde
me llevaba,solo esperaba que no nos pudiera ver nadie.
-
A mi casa.
-
¿No habrá nadie verdad?
-
No tranquila. - Me contestó. Él parecía muy relajado pero yo no lo
estaba y creo que se me notaba mucho no, bastante. Nos paramos
delante de unos apartamentos que no parecían estar muy lejos de la
playa ya que calculé unos 10 minutos aproximadamente andando. Los
apartamentos eran muy bonitos, se notaba que debía de tener dinero.
Cuando vi el salón me quedé flipando. Era muy amplio, con casi
todos los muebles de blanco. El suelo estaba reluciente , como recién
fregado. La cocina y el comedor estaban conectados por una barra,
aunque también había una mesa donde podían comer cuatro personas
perfectamente. La televisión era plana, de más de 42 pulgadas
seguro.
-¿Esta
casa es vuestra o la habéis alquilado para pasar el verano?-
pregunté muy asombrada por lo que veía, si venía a mi casa se
quedaba a cuadros con los pocos lujos que tenía. Mi familia, se
podía permitir algún capricho, pero no tantos como él.
-
Es nuestra, mi padre la compró hace unos años y la hemos ido
reformando poco a poco.- Dijo muy orgulloso de que su casa fuera así.
-
Es muy bonita.¿ Tienes un perro?
-
Sí, ¿por?
-
No, por nada, como he visto la cesta para el perro.- En esa casa,
todo tenía estilo. Hasta la cesta del perro era perfecta,sin ningún
pelo. Como si fuera nueva. Era negra con huesos.
Poco
a poco, se fue acercando a mí y yo me estaba poniendo cada vez más
nerviosa. No podía hablar, solo tartamudear y tampoco podía
controlar mis temblores. -Relájate Carol- me dije a mi misma, pero
no podía. De repente, salió el perro de detrás del sofá. Era
super mono, aunque me dió un susto impresionante, no me lo esperaba
allí.Por suerte lo utilicé como tranquilizante, ya que me sirvió
para relajarme y distraerme un poco. Por como era, yo diría que era
una mezcla entre boxer y un border terrier. Era tan bonito.
De
repente noté algo que me cogía por detrás. Me giré y le vi, ahí
estaba él, abrazándome mientras me besaba poco a poco el
cuello.-Aquello me estaba poniendo y mucho. Como no quería
demostrarle que no era paraita decidí llevar las riendas de la
situación- Me giré de inmediato y le besé todo lo mejor que puede.
Ya estaba muy caliente y no podía parar. Lo llevé hasta la
habitación más cercana sin saber de quien era, pero eso tampoco me
preocupaba mucho. Lo tumbé en la cama y lo empecé a besar mientras
le acariciaba el torso. Le quité su camisa lentamente observando lo
que me traía y lo que veía me gustaba. Estaba descontrolada y
desenfrenada. Empecé a besar su torso hasta bajar a los pezones. Me
detuve y empecé a jugar con uno de ellos. Lo chupaba poco a poco y
cuando veía que la cosa ya estaba lista le daba pequeños
mordisquitos de lo más adorables. De repente me vi sometida a él.
No se como lo había hecho pero me encontraba debajo. Ahora era toda
de él. Me quitó la camisa y repitió los mismos pasos que yo le
había hecho a él, pero él no se entretuvo mucho en mis pechos,
sino que se bajo a mi santuario. Me quitó la braguita del bikini y
empezó a besarlo, poco a poco. Ya no podía más, estaba muy
caliente y fue inevitable mi reacción, me abrí para él, se lo
estaba mostrando todo. Él con mucho gusto introdujo un dedo dentro
de mi, mientras que con la otra mano me iba acariciando mi clítoris
y produciéndome mucho más placer. Eso empezaba a darme mucho gusto
y no pude evitar soltar algún que otro gemido. Si seguía tocándome
así, me correría en pocos segundo. Pero él se dio cuenta de la
contracción de mi vagina y empezó a mover cada vez más rápido los
dedos dentro de mi. Ya no podía más iba a correrme, pero de repente
vi que sacaba un preservativo y se lo puso rápidamente. Poco a poco
introdujo su duro y firme pene dentro de mi. Justo como a mi me
gustaba. Empezó y una y otra vez, una y otra vez. Cada vez eran más
fuerte y secas. Ya no podía aguantar más y me corrí. Vi que sacaba
su pene de dentro de mi y sonreía satisfecho. Habíamos tenido el
orgasmo a la vez, pero yo quería otro. Por una vez que hacía
algo...
Nos
quedamos un rato más en esa cama tan cómoda que aún no sabía de
quien era, hasta que recibí una llamada, era de Carolina. ¿Qué
quería ahora esta?
Me gusta mucho este capítulo. Veo que has leído mucho 50 sombras, desnuda... libros de esos..eróticos jajajaj. Pero describes lo justo y se hace pesado. Sigue así!
ResponderEliminar