Busca lo que necesites AQUÍ:

domingo, 26 de mayo de 2013

Capítulo 16

Por desgracia ese día era martes, por lo que salíamos a las 15:05. No sabía si aguantaría más pero tenía que hacerlo. No podía dejar de pensar en lo mismo. ¿Quién debería ser el chico de los mensajes? Me puse a analizarlos para ver si podía saber quien era. Pero no, no caía. No sabía como esa persona podía pensar que yo supiera quien era. Pero de repente se me ocurrió una cosa. No sabía si era buena idea pero tenía que hacerla.
Quedaba solamente una clase para irme a casa, pero antes había un patio. Pero tampoco era nada del otro mundo, ya que ese patio solamente duraba 10 minutos. 10 minutos que me servían para pensar.
- Chicas, se me ha ocurrido una cosa.
- ¿El qué? ¿ Sobre qué?
- Es para descubrir quien me ha podido mandar esos anónimos.
- Aun estás con eso.¿No habíamos quedado que no le darías importancia?- dijo Carolina un poco harta del tema. Supongo que por una parte tenía razón, yo sabía que había estado pesada con eso, pero era algo que me preocupaba mucho y no podía dejarlo correr
- Pues sí, aun estoy con eso. Y no voy a parar hasta que descubra quien es.
- ¿Descubrir quién es? ¿ De qué estás hablando?- pregunto Pablo. Ya me estaba cansando de que siempre apareciera en el momento más inoportuno de nuestra conversación.
- Nada, cosas nuestras. Que de momento no puedo contarte.
- Ummm... Espero que no me estés ocultando nada importante
- No. Ven aquí.- Le cogí de la camisa y lo acerqué todo lo que pude hacía mí para darle un beso. Como me gustaban sus besos, eran tan apasionados y cálidos.
- Umm... como te quiero. Y ahora que lo pienso, tú nunca me has besado aquí en el instituto. 
- Ya, no me gusta hacerlo delante de gente.
- A que no sabéis que.- Dijo Marta con una sonrisa de oreja a oreja
- No, ¿que pasa?
- En informática me he conectado al tuenti y tenía un mensaje de Eric. 
- Enserio, ¿que decía?.- Dijo ilusionadisima Carolina.
- Nos invitan a pasar el finde a su casa, sus padres no están.
- Enserio, que guay. Tengo ya ganas de ir.- Murmuró Carolina.
- Sí, yo también.
De repente sonó el timbre y nos tocó irnos a la última y más aburrida clase de todas. Valenciano. Me despedí de Pablo con un beso y entré a clase. Cuando vi una nota encima de mi mesa. Ya empezábamos con las notitas.
He visto como te besabas con él en público. Nunca lo has hecho y de repente desde que recibes mis notas lo haces. Me estás empezando a ponerme celoso. O dejas de hacerlo o tendré que hacer algo al respecto.
No sabía de quien era la nota, pero me daba igual, ya me había cansado. Se la pase a mis amigas para que la leyeran y una vez leída, la rompí y la tiré a la basura. No sabía si quien la había escrito lo habría visto, pero  yo esperaba que sí. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario