Marta
se recuperaba decentemente, pero le dijeron que tenía que quedarse
unos días al hospital en observación. En esos días nosotras fuimos
a visitarla, pero un día nos sorprendió una visita que no nos
esperábamos. Era el socorrista que la salvó. Fue a ver como se
encontraba y yo creo que incluso a algo más. Sus ojos lo decían
todo y mucho más la sonrisa que le echaba. Me quedé observándolo
fijamente y me sonaba mucho a una persona conocida. Era como el
ligue/novio de Carolina. Me quedé mirando a Carolina fijamente
extrañada haber si ella me lo podía explicar, pero tampoco lo
entendía. De repente entraron dos chicos por las puerta, uno era
Pablo y el otro.. Era igual que el socorrista!!
-
Joder si sois iguales!.-Dije sin pensármelo dos veces. Parecía que
mi forma de decir las cosas a Carolina no le gustaban, ya que me dio
un codazo en todo el vientre.
-
Somos gemelos.- Dijo el socorrista. Aquello lo explicaba todo, pero
mi pregunta era como Carolina no se había dado cuenta y yo tenía
que preguntarlo, era demasiado chismosa.
-
¿ Y porque Carolina no sabía eso?
-
Ella no lo sabía porque no se lo dijimos. Cuando la conocí yo no
estaba con mi hermano y por eso no se dio cuenta.
-
A vale.. y por preguntar.. ¿ Que hay entre vosotros?-. No pude
evitar esa pregunta y la mirada asesina de Carolina se notaba a
kilómetros, pero ella jugo más sucio que yo.
-
Nada, nos acabamos de conocer. ¿ Y tú y Pablo, que ya habéis
follado o aín no?.- Cuando dijo eso solo quería matarla, como podía
decir eso, delante de tanta gente. No pudimos evitar sonrojarnos.
Para no seguir con ese tema y sacar mierda la una de la otra,
cambiamos de tema de conversación.
-
¿ Y como os distinguimos?, porque al menos yo, no me se vuestros
nombres. Primero habló el socorrista y me dijo que se llamaba Eric.
Un nombre muy bonito. Y luego Carolina me presentó a su ligue, se
llamaba Iván.
Pasaron
tres días hasta que Marta salió del hospital. Pero ya se le veía
bien, solo le quedaban algunos moratones. Para celebrar la salida del
hospital de ella, decidimos quedarnos a dormir a casa Carolina, ya
que ella era la que tenía la casa en el pueblo con playa. Le
preguntamos a los padres de ella si podíamos traer unos "
amigos" a su casa y nos dijeron que sí, pero que a la mínima
de ruido y cosas raras se iban de la casa. Aunque teníamos la
aprobación de sus padres, siempre estaba su hermano mayor diciendo
que no le parecía bien. Que chicos que no fueran sus amigos, no se
quedaban en su casa y menos se acercaban a su hermana. Pero al final
conseguimos que se quedaran.
Su
hermano siempre me pareció un chico muy misterioso que tenía su
puntito. Físicamente no estaba nada mal y la verdad es que yo me lo
hubiera beneficiado sin problemas más de una vez porque cada vez que
lo veía me ponía… Puff.. Y aunque en aquellos momentos tuviera a
Pablo,una nunca podía remediar sus instintos naturales y como se
dice, se podía mirar pero no tocar. Y eso era lo que yo hacía con
él, lo miraba pero no lo tocaba.
Por
la tarde quedamos pronto para prepararlo todo. Quedaban pocas horas
para que vinieran y como era de esperar Marta quería preparar
juegos, que los veía más apropiados para una " fiesta de
pijamas", pero al final me pareció buena idea, así podríamos
conocer más cosas de ellos. Por que yo ante todo cotilla.
Ya
casi llegaba la hora y de repente sus padres nos dieron una buena
noticia. Se iban de vacaciones. Eso nos venía perfecto para poder
hacer lo que quisiéramos y estábamos seguras de que nos lo
pasaríamos en grande. Cuando llegaron los chicos, vimos que traían
unas bolsas con algo dentro.
-
¿Qué es eso?- Preguntó Marta toda curiosa.
-
Hemos traído unas botellas para cuando juguemos a Yo nunca...- dijo
Pablo.
-
No sabéis como me gusta eso.- Dijimos Carolina y yo a la vez. De
repente estábamos todos riendo.
Antes
de hacer nada nos pusimos a cenar unas pizzas ya compradas. En la
comida se podían escuchar risas, gritos.. Era todo tan perfecto y
bonito, que me daba la sensación de que algo no iba a salir bien. No
sabía el que pero estaba segura de que era algo. Preferí callármelo
y no decir nada para no fastidiar la fiesta. Cuando terminamos de
cenar, nos pusimos con los preparativos del juego y unos minutos
después ya estaba todo listo.
Antes
de empezar a beber, ví que Pablo sacaba una bolsita. Yo ya sabía
que él fumaba, lo que no sabía era que fumaba marihuana. Para mi la
marihuana no era nada nuevo, ya que mi padre fumaba desde que yo era
muy pequeña y era algo que siempre había visto normal pero nunca la
había fumado y tenía curiosidad.
-
Pablo, ¿eso que tienes ahí es maría?- Pregunté dudosa.
-Si,
¿por?
-
Por nada, solo que nunca la he fumado y tenía curiosidad por saber
que se sentía. ¿Verdad que tu me darías un poco?
Su
gesto cambió un poco ante mi pregunta, la idea no le gustaba y así
me lo hizo saber.
-
A ver, Carol, ya eres mayor y tienes de sobra conocimiento para saber
lo que haces pero a mi no me hace gracia que fumes. No quiero que te
enganches y que hoy por mi culpa cojas un ciego impresionante.
-Tranquilo,
es solo probarlo.-le dije con seguridad. Así que cogió y empezó a
liarme un porro, cuando termino de liármelo me lo dio para que me lo
fumara. Mi cara lo debería decir todo porque no sabía que hacer con
aquello, así que lo encendió él y le dio una primera calada. Se
fueron pasando el porro entre ellos, menos Marta que fue la única
que no fumaba. Pablo al verme indecisa me dijo:- Ven, vamos a empezar
por lo fácil. Vamos a hacer una iguana.
Así
que el aspiró el humo y acercándose a mi me pasó el humo con un
lento beso. Yo aspiré para tragármelo y en aquel momento pensaba
que me quería morir. Eso estaba muy fuerte y rascaba que daba gusto
pero luego de un rato se le cogía el gustillo al sabor así que le
dije que me lo pasará y le dí una calada. Mientras fumábamos y
bebíamos a Marta se le ocurrió empezar con el “yo nunca...”
Aquello podía ponerse muy interesante y sobretodo debido al punto de
borrachera y ciego que llevábamos por el alcohol.
-
A ver empiezo, la primera es una chorrada, pero por algún lado hay
que empezar- dijo Marta- Yo nunca me he besado con un chico/a-De
repente todas estábamos bebiendo, ya que esa era sencilla. Estaba
sentada a la derecha de Marta, por lo que la siguiente fui yo. No me
quería quedar en algo sencillo y ya que estábamos en confianza,
quería contar cosas que había hecho y esa era una de las mejores
formas.
-
Yo nunca he hecho un trío.- Le di trago, pero pude ver de reojo como
Carolina también estaba bebiendo, aquello me sorprendió mucho, eso
era algo que no nos había contado.
-
¿Tú cuando has hecho eso?- Le dije muy enfadada, ellas lo sabían
todo de mi y yo no sabía nada de eso, ¿se lo habría contado a
Marta?
-
¿Se lo has contado a Marta y a mí no?-Pude ver como Carolina no me
contestaba y eso para mí suponía un sí. Supongo que sería por los
efectos de los dos grandes tragos que acababa de dar seguidos o por
los porros , porque de repente hice algo que me sorprendió hasta a
mí. Me levante de mi sitio y bese a Iván. Acababa de besar al ligue
de mi mejor amiga, todo era un sin fin de emociones, porque después
de besar a Iván, fui a besar a Pablo, pero este me apartó con la
mano. Su cara lo decía todo, estaba muy pero que muy enfadado.
-Carol,
creo que por hoy has tenido bastante- me dijo Pablo. Me quitó el
vaso de las manos y me prohibió beber y fumar más. Para mi la
fiesta ya se había acabado y lo agradecía ya que me daba todo
vueltas y me encontraba fatal.
-Si
me disculpáis he de ir al baño- dije intentando vocalizar. Me
levanté intentando no tropezarme con nada y sujetándome a la pared
mientras todo me daba vueltas fue hasta el baño. Me hacía mucho pis
y tenía mucho alcohol que sacar de mi cuerpo. Cuando me disponía a
salir del baño me entraron unas ganas de vomitar enormes y me puse
en ello. Creo que solté hasta mi primera papilla. Cuando acabe de
vomitar, me levanté, me miré en el espejo y después de lavarme la
cara y la boca salí del baño como pude.
-¿Estás
bien?-preguntó Marta preocupada-
-Muy
bien-respondí yo balbuceando. En ese momento me dí cuenta de la
cagada que había cometido con Carolina así que me disculpé con
ella.
-
Lo siento Carolina, me ha salido de dentro.- Dije como pude, ella
tampoco llego a decirme nada, supongo que sabría que fue por mis
impulsos y sé que ella tarde o temprano se vengaría de mí.
Pasadas
unas horas, Marta y Eric se fueron a casa de él. Todos sabíamos
para que, estaba tan contenta por ella iba a ser desvirgada por un
amor de verano ya al fin. Tenía 17 años y aún era virgen, aunque
en el fondo eso no era ningún problema.
¡Awwwwwwwwwww! Eso de que sean gemelos le da un toque interesante y divertido y que el chico que se interesa por Marta se llame Eric, ¡me encanta!
ResponderEliminarAdemás también me gusta mucho que las tres amigas tengan su propio ligue! Tengo ganas de saber como se va desarrolando la historia!
¡Espero que sigas así!
Me encanta tu historia! :)
Me está enganchando tu novela! En serio, lo que llevo leído está interesante. Espero seguir pronto con la lectura ;)
ResponderEliminarUn beso^^
Gracias por tú comentario. Me alegro mucho de que te guste, aunque aun tengo mucho de que aprender. Si ves algun fallo de expresión o ortrografia no dudes en decirmelo.
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