Busca lo que necesites AQUÍ:

domingo, 2 de junio de 2013

Capítulo 20

Ya estábamos a Lunes y a primera hora tenía matemáticas. Mi corazón iba a cien como nunca lo había hecho. No sabía como me sentiría al verlo. ¿ Me ignorará? ¿Me besará? ¿Me saludará? Un sin fin de preguntas se venían a mi mente. Entramos en clase y obtuve la respuesta a todas mis preguntas. Me ignoró y yo estaba muy pero que muy enfadada. ¿ Por qué me hacia eso? No podía quedarme quieta, por lo que cogí un trozo de papel y le escribí una nota.
¿Por qué pasas de mí? Entiendo que estés enfadado, pero alguna vez tendrás que hablarme. Espero que no sigas con esta tontería, porque vas a cabrearme de verdad.

Mi puntería no era buena, pero las mesas no estaban tan lejos para fallar. Le lancé el papel y me quedé mirándolo fijamente para ver su reacción, pero no hacía nada. Simplemente cogió el papel, hizo una pequeña bola y se la guardó en el estuche. Estaba muy cabreada. Por suerte las clases del Lunes no era pesadas y tenía educación física para poder sacar todo lo que llevaba dentro. Terminada educación física cogí el ascensor para ir a clase de francés, ya que me apetecía muy poco subir las escaleras. De repente vi correr a alguien hacía mí. Era Álvaro. ¿ Qué quería ahora este? Estábamos subiendo y había un silencio incomodo entre los dos. Pero de repente pasó algo. El ascensor se paró. ¿ Por qué a mí? Después de estar un rato callados Álvaro rompió el silencio.

- Algún día tendremos que hablar y creo que este es el mejor momento.

No respondí y me dediqué a no mirarle a la cara, aunque se me hacía un poco difícil, ya que no podía dejar de mirar los ematomas que tenía por la pelea.
- No voy a para hasta que me contestes, y ahora no puedes huir.
- Quieres que hable pues hablaré.- Le dije acercándome cada vez más a él, quería utilizar un tono amenazador aunque no creo que me saliera muy bien.- Si no te hablo es porque no me apetece, estoy muy cabreada por estar encerrada aquí, Pablo no me habla y tú ahora estas insistiendo en tonterías. Por tu bien no me toques más las narices.
Intenté no parecer nerviosa y controlar mi voz para que no tartamudear mucho. Iba a darme la vuelta, cuando de repente noté que me cogía del brazo y me hizo lo mismo que yo le hice. Me iba acorralando hacia la pared, pero él no se apartó de mí.
- No voy a dejarte, porque creo que yo te gusto, si no, no estarías temblando. Se que te gusto y que ahora mismo desearías que te besara. Pero no voy a hacerlo a no ser que tú me lo pidas, ya que no quiero parecer un acosador. Eso sí, tienes que tener claro que no voy a parar hasta tenerte.
- Be..sa.. me..- dije como pude. Lo necesitaba, no podía tenerlo tan cerca de mí y no besarle. Pero él no me besaba, no lo hacia y yo me moría de ganas, por lo que me lancé yo. Estábamos contra la pared, y yo podía notar su erección en mi vientre. Tenía muchas ganas de hacer cosas con él. Aunque no me entendía a mí misma, era todo tan complicado ¿ Por qué nadie me dijo los problemas que había al enamorarse? Allí estábamos, cuando de repente se abrió el ascensor y nos pillaron. Me sentía avergonzada ¿qué iban a pensar? Bajé mirando el suelo, pero cuando levanté la vista para entrar a clase pude ver a Pablo. Lo había visto todo.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario